La disolución de un congreso fue el detonante para los actuales parlamentarios.
Este miércoles 7 y 8 de julio, el Pleno del Congreso de la República buscará en una sesión presencial, a los nuevos integrantes del Tribunal Constitucional. De realizarlo con irregularidades, conseguirán el mimo objetivo que el anterior Parlamento.
En el 2019 cuando se tenía un congreso obstruccionista, liderado por el partido de Fuerza Popular y el Partido Aprista Peruano (APRA), que se planteaba elegir a los magistrados que reemplazaría en ese entonces a los seis cuyos mandatos vencían: Manuel Miranda, Eloy Espinoza Saldaña, Marianella Ledesma, Ernesto Blume, Carlos Ramos y José Sardón.
Durante ese periodo el Legislativo eligió a 11 juristas como postulantes. Martín Vizcarra, entonces presidente, advirtió un copamiento del máximo intérprete de la Constitución por parte de fuerzas políticas, que pondría en jaque a la ya débil democracia peruana. Informó el 27 de setiembre que su Gobierno presentaría una cuestión de confianza “para cambiar las reglas de la elección”.
Ese viernes, Salvador del Solar, quien era presidente del Consejo de Ministros, solicitó mediante un oficio dirigido al titular del Congreso, Pedro Olaechea, que se le permita presentar la cuestión de confianza “en la primera oportunidad que se reúna” con la representación nacional.
El proceso para elegir al nuevo TC se detuvo. Y a pesar de que Ortiz de Zevallos solicitó en reiteradas oportunidades incorporarse al órgano autónomo, este aclaró que su elección no había concluido por no resolverse la reconsideración a su designación que interpusieron algunos parlamentarios.
A inicios del 2020, el pueblo peruano escogió a un nuevo Congreso para que complete el periodo hasta el 2021. Y a los dos meses de entrar en funciones, el nuevo pleno aprobó, por mayoría, dejar sin efecto el proceso de elección de Ortiz de Zevallos.
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