Pam y Gary lograron ganarse la confianza de los pequeños, pues sus padres biológicos fueron drogadictos. No fue sencillo, pero comprendieron que el amor no tiene límites y supera cualquier obstáculo.
¡Conmovedor! Siete hermanitos quedaron huérfanos tras perder a sus padres en un accidente automovilístico. Cuando todo parecía no tener rumbo, una pareja de esposos llegaron como ángeles del cielo para hacerse cargo de los pequeños y darles un hogar para toda la vida.
Con mucho amor y responsabilidad, Pam y Gary, decidieron comprometerse en la crianza de siete criaturas que se quedaron sin sus progenitores. Ambos llevan una larga de vida de casados y ya habían criado a 5 pequeños, pero jamás se les cruzó por la mente adoptar y menos a siete criaturas; es más, según cuentan ya tenían pensado retirarse de la crianza. Sin embargo, el destino les tenía deparado otro rumbo.
Facebook les avisó
Fue así que, una tarde Pam Willis navegaba en Facebook como usualmente lo hacía después de trabajar durante la mañana. Sin embargo, algo le llamó fuertemente la atención: se enteró a través de un medio local que siete hermanitos habían quedado sin padres tras sufrir un aparatoso accidente automovilístico. Fue en ese preciso instante en que, Pam se conmovió con el caso y decidió adoptarlos, pero antes debía conversar con su esposo.
Pam creyó que su marido le diría ‘loca’ por querer asumir tremenda responsabilidad, pero no fue así y más bien Gary le manifestó que tenía las mismas intenciones. Ambos lo conversaron y tras llegar a un consciente acuerdo, esa misma tarde Pam decidió llamar al hogar que mantenía a los niños de entre 1 y 12 años.
Triste fue para ellos cuando, tras la comunicación, le manifestaron que ya había miles de llamadas preguntando por los pequeños. Sin más, el matrimonio continuó trabajando y haciendo sus labores cotidianas.
Luego de 2 meses, cuando creyeron que ya no tenían ninguna opción, el orfanato les llamó para preguntarles si todavía estaban dispuestos en la crianza de los pequeños. Muy emocionados, aceptaron.
La convivencia
Finalmente, cuando todos ya estaban en casa, los menores conversaron con Pam y Gary y les contaron que sus padres biológicos eran drogadictos y discutían a menudo. Al comienzo, los esposos reconocieron que la crianza fue difícil.
Después de algunos meses, los hermanitos lograron acostumbrarse en su nuevo hogar, mientras que Pam y Gary se encargaron de inculcarle valores y llenarlos de puro amor.
Comments